Era el momento de cortar una racha histórica negativa con las francesas. Pero desde el planteamiento (predecible y poco atrevido por parte de Marsiglia) ya Colombia perdía el partido. Aunque siempre con el diario del lunes es más fácil hablar, si hay que decir que el DT tiene una idea que puede ser beneficiosa para la Selección, pero lo invade el miedo y la falta de confianza para proponer cosas diferentes. Como lo hizo en el segundo tiempo, aunque sacrificando a Linda para convertirla en carrilera y quitarle el rol de protagonista en el campo rival, donde las dos veces que pasó en la segunda parte demostró que podía hacer daño. Pero eso lo tocamos más adelante.
Colombia y un primer tiempo sin jerarquía
Si algo se había ganado en el Mundial era precisamente la jerarquía. Esa idea de sentirse mejor que el rival, de convencerse que son mucho mejores y que en el Stade de Lyon se perdió en 45 minutos, donde Katoto, Diani, Dali, Geyoro y Cascarino sacaron provecho de los errores defensivos y la pasividad que mostró la zaga colombiana, que sigue siendo la línea mas discreta de todo el equipo por las individualidades.
Insistir en el 1-4-2-3-1 ante un equipo que se sabe explota mucho los costados era darse un tiro en el pie y eso pasó. Vanegas y Arias no tienen el físico para ir mano a mano con las francesas y se demostró. Además, los apoyos tampoco eran suficientes para robarles la pelota. Tres goles en los que más allá de las virtudes de las rivales, fueron por errores propios… Un primer tiempo para el olvido en Lyon
Resurrección con sacrificio ¿necesario?
Hay que abonarle a Marsiglia que metió mano rápido al equipo, cambio de posiciones y hasta de módulo (ahí es donde sacrifica a Linda para ponerla como carrilera con más roles defensivos). El ingreso de Manuela Pavi por Daniela Montoya fue una genialidad hasta los 75 minutos. Colombia pasó a jugar 1-5-4-1 sin la pelota y cuando la tenía dejaba en punta a Mayra con Leicy un poco más retrasada para armar un 1-4-4-1-1. Posicionó en primera línea a Catalina Usme (eterna, pero hay que ser realistas porque no está para aportar 90 minutos en un partido de esta intensidad) junto a Marcela Restrepo. Esto provocó mayor control de la pelota desde propio campo y una lanzadora lejos de la referencia de Toletti o la misma Geyoro.
Mayra se jugó un partido aparte y le ganó los duelos a Renard. Sin embargo, volvió a ser por momentos la que fallaba opciones claras. La que tuvo arrancando el segundo tiempo y otra cerca de los 70’. Batalló y ganó la mayoría de mano a mano, pero vio la roja por una mala acción sobre Bacha, que la hará perderse el partido clave ante Nueva Zelanda.
Con este planteamiento, Colombia obligó a Francia a replegarse, a jugar en su campo y la incomodó. Las bandas no eran explotadas porque por un lado estaba Linda casi a la par de Manuela Vanegas que se metía junto a Jorelyn y Daniela para hacer línea de tres atrás. Por el otro lado Manuela Pavi apoyaba más a Arias que lo que pudo hacer Catalina en la primera parte. Al final jugar con una menos hizo difícil que pudiera llegar el empate. Pero esperemos que quede la lección de que los partidos muchas veces se pierden por el miedo a perder y atreverse. Además de lo que ya sabemos y sigue siendo perjudicial para nuestro fútbol (Siempre agradecidos con Catalina Usme por su legado, pero no puede jugar todos los partidos 90 minutos, el físico no le da por más talento que tenga).
El domingo será el partido de volver a meterse en la pelea por clasificar o de seguir con el pajazo mental de que somos un gran equipo, pero no se nos dan los resultados. Vamos Colombia que la rebeldía la ponen las jugadoras en la cancha y se nota más cuando desde el banco se premia el presente y no el pasado.