Canadá, tendrá que defender más allá del oro obtenido en Tokio 2021, jugará por recuperar el honor y credibilidad en estos Juegos Olímpicos.
Y como es costumbre, cuando hay un escandalo dentro del fútbol femenino, se habla por todos lados, hasta los medios de comunicación que tratan con desprecio este deporte. Pero en esta ocasión se las voy a conceder, pasó algo inaudito que no logró digerir todo lo que está pasando.
Llegaron los Juegos Olímpicos de París 2024 y Canadá venía a defender su oro olímpico, el que consiguió a “capa y espada” con trabajo defensivo espectacular, como si ya supiera como atacaban sus rivales. Finalizó la competición colgándose ese oro con tan solo 4 goles en contra, la segunda mejor defensiva después de Brasil, a quienes le anotaron 3 goles, posteriormente quedando eliminado por Canadá en cuartos de final.
A ese Brasil ofensivo, que en fase de eliminación directa, había anotado 9 goles en 3 partidos, entre ellas 5 a China, para dimensionar la capacidad defensiva de Canadá a quien no le pudieron anotar para irse a la tanda de penales terminando así el pase a semifinales por parte de la selección de Concacaf.
Así llegó Canadá a defender su oro olímpico a París. A un torneo donde la FIFA y el COI (Comité Olímpico Internacional) colaboran en su organización, jugando bajo las reglas de FIFA, por lo que, en caso de cualquier incidente, estaría regulando la disciplina dentro del torneo.
Unos días antes de debutar en los juegos olímpicos ante la selección neozelandesa, se dio a conocer la detención de una persona de la delegación canadiense sin acreditación, quien fue condenada a ocho meses de cárcel, tras ser captado in fraganti espiando con un dron, sobrevolando dicho campo de fútbol en la ciudad de Saint Etienne, al equipo de fútbol femenino de Nueva Zelanda, al primer rival a quien iba a enfrentar Canadá.
La policía ya con el dron bajo custodia determinó que, no sólo había grabaciones de las neozelandesas en su campamento de entrenamiento, sino que también había realizado otras grabaciones sobre otros campos de futbol de dicha zona en días anteriores.
Con esta información pública, la misma selección canadiense envío a la asistente técnica Jasmine Mander y al responsable del espionaje, Joseph Lombardi de regreso a casa. El escándalo provocó que la misma directora técnica, Beverly Pristman, quien dirige a esta selección desde octubre 2020 y que 10 meses después le dio la gloria más grande de ser campeona olímpica en Tokio 2021, saliera a decir que no dirigiría durante el partido contra Nueva Zelanda.
Dicho partido de debut en París 2024, se llevó a cabo con total normalidad, donde Nueva Zelanda tomó la ventaja temporal con gol de Mackenzie Barry, sin embargo, la apuesta de Canadá y su profundidad le alcanzó para anotar en dos ocasiones por conducto de Cloé Lacasse y Evelyn Viens terminando victoriosas con los tres puntos a su favor.
Con las alertas encendidas, la comisión disciplinaria de la FIFA inicio todo un proceso contra la Federación canadiense, la misma seleccionadora Bev Priestman, Jasmine Mander y Joseph Lombardi para determinar las medidas y castigos, por haber incumplido el código de disciplina.
La resolución por parte de la FIFA fue bastante rápida, dichas medidas fueron completamente duras y firmes, como primera medida y directamente futbolístico, se le retiraron 6 puntos en cualquier competencia oficial a la selección canadiense pasando de 3 por haber ganado el partido a quienes habían espiado, a negativo 3 dejándolas temporalmente al fondo de la tabla del grupo A del torneo olímpico de futbol femenil París 2024.
Por otro lado, se inhabilitó por cuestión de un año de toda actividad futbolística a la exentrenadora Pristman, Mander y Lombardi, quienes fueron los principales involucrados. Económicamente la Federación de Canadá de Fútbol, fue multada con 200,000 Francos Suizos (226,000 dólares).
Sin embargo, lo más preocupante, es que la federación canadiense arremetió, adicional a las sanciones antes mencionadas, contra el ex staff que le había dado su mayor logro, aquel ansiado oro en Tokio cuatro años atrás, señalando que estas prácticas no eran nuevas y habrían sido utilizadas durante dicho torneo donde alcanzaron su mayor gloria.
Ahora quedándole partidos por competir dentro de París 2024, el asistente, Andy Spence, será la persona encargada de dirigir en estos partidos a la selección. Spence, definitivamente tendrá que lidiar con el escándalo que rodea a sus jugadoras y el reto más grande, buscar la manera de seguir avanzando dentro del torneo.
Sólo queda confiar que esas “prácticas” ilegales a las que menciona Canadá Soccer, no hayan interferido en la obtención del oro. ¿Qué casó tendría decirlo ahora cuatro años después? ¿Habrán más involucrados? ¿A quién si están protegiendo? Ahora si quieren se “honestos”, si lo fueran se hubieran ahorrado todo este escándalo.
Lo que es seguro es que Bev Pristman adicional a que su carrera está en picada y que seguramente está completamente arrepentida, no se fue sola con estas acciones daño también a las jugadoras específicamente hablando de aquellas que se retiraron tras el oro, cuestionando su credibilidad y honorabilidad.