Este miércoles, la Selección se juega el paso a cuartos de final frente a Canadá (que espera la respuesta del TAS tras la sanción que recibió). Que no nos nuble el primer lugar en el Grupo A, pues las vigentes campeonas han ganado sus dos partidos y seguramente será un rival que nuevamente pondrá a prueba el carácter y jerarquía de esta Colombia que hizo lo que tenía que hacer ante Nueva Zelanda.
El regreso de Mayra es la principal novedad en el once de Marsiglia. Sin embargo, la duda pasa por si hace la fácil (sacar a Pavi) o si por el contrario, por primera vez desde que está al frente da una muestra de autoridad para dejar en el banco a Catalina Usme (suena a utopía) y mantener a la mejor jugadora del partido pasado y a la que le dio desequilibrio contra las francesas, Manuela Pavi. Y así jugar con un equipo más equilibrado en todas las líneas…
El once ideal para un equipo que también explota mucho los costados sería así: Katheeine Tapia; Carolina Arias, Daniela Arias, Jorelyn Carabalí, Manuela Vanegas; Ilana Izquierdo, Marcela Restrepo; Manuela Pavi, Leicy Santos, Linda Caicedo y Mayra Ramírez. Un 1-4-2-3-1 con mucho despliegue por las bandas y versatilidad en el juego interior.
¿Por qué sentar a Catalina Usme?
Reitero que nadie le puede quitar o empañar el legado que ha construido y dejado Catalina Usme a la Selección (en lo bueno y lo malo). Pero ya hablando de fútbol y entendiendo que hay una jugadora de condiciones similares dentro del campo (Leicy) no veo la necesidad de jugar con ella de arranque, además si se confirma su lesión pues ya esto sobraría, pero igual quiero hacer la reflexión. Contra Francia se notó que no puede apoyar la banda, en el segundo tiempo incluso jugó más retrasada porque se nota que el físico no le da para estar al ritmo que juegan Linda y Mayra.
Su pegada es clave, pero apenas si lo ha intentado y cuando lo tuvo se la mandó a las manos a Jessica Leat de Nueva Zelanda. Pide la pelota, pero no para hacerse cargo sino para soltarla de inmediato. Porque claro, seguramente ella también entiende que ya no está en condiciones de transportar, proteger y luego si entregar.
Su liderazgo ya no parece ser tan determinante en la cancha, más fuera de ella porque parece que los entrenadores tuvieran miedo de tomar una decisión con ella. Hay que ser sensatos, el fútbol es de momentos y de presente y la actualidad de Manuela Pavi, aunque con características diferentes, le aporta más al colectivo de la Selección que Catalina. Quien también desde afuera puede ser importante y valiosa. Apoyando a sus compañeras, motivándolas y por qué no, dando sus primeros pasos hacia la dirección técnica.
Por eso, hoy quiero pedirle a Ángelo Marsiglia que piense en el colectivo desde todo lo que significa el partido del miércoles. Que los egos dañan procesos y que la valentía es uno de las características que vuelven más estrategas a los técnicos que recién están empezando. Porque si bien el técnico viene de ser asistente de Abadía y de conocer mucho el fútbol practicado por mujeres en el Valle. Todavía le falta mucho camerino y análisis para estar al frente de una Selección llena de talento, que por falta de una voz líder distinta sigue cometiendo los mismos errores de siempre. Porque si vamos por la igualdad, que no sea solo pidiendo garantías, sino también comportándonos como profesionales de un deporte que siempre será colectivo, por encima de los nombres e individualidades.