La Selección Nacional Femenina de Estados Unidos ganó la primera edición de la Copa Oro W tras derrotar a Brasil por 1-0, gracias al tanto de cabeza de Lindsey Horan.
De la cabeza de la experimentada Alex Morgan y las juveniles como Jaden Shaw, quien se llevó la bota de oro, esta selección sigue representando porque es la número uno de Concacaf. Con este triunfo, la selección estadounidense abrió el camino hacia los Juegos Olímpicos, despejando dudas a la nueva entrenadora que esta por dirigirlas, Emma Hayes.
De regreso a lo más alto, y a pesar de que no fue perfecta su clasificatoria, sin lugar a duda es un buen comienzo. La decepción de la Copa Mundial del año pasado todavía estaba muy fresca en la mente de cualquiera relacionado con el equipo femenino de EE. UU., el retiro de jugadoras líderes, todo aquejaba a esta selección, con nueva técnica en camino, pero si estaban buscando una razón para subir el ánimo y sobre todo, la confianza en las jugadora, definitivamente este oro lo podría lograr.
En fase de grupos, una de las sorpresas fue la derrota ante México, donde claramente demostró que este equipo todavía tiene fallas en zona defensiva. La interina Twila Kilgore fue la encargada de la convocatoria y de todo el proceso durante esta Copa Oro W. En conferencia de prensa premió el trabajo de México, pero también indicó sus propios errores, al ceder mucho terreno y no haber sido capaces de mantener la presión durante todo el encuentro. Sin embargo, la reacción de la selección demostró que este equipo tiene fortaleza mental y mucha calidad para superar las debilidades como las que vivieron en Australia el verano pasado.
Si bien, me atrevería a decir que la UWNT jamás dominó esta Copa Oro y simplemente supieron sobrellevarlo, fueron capaces de responder siempre con actitud, entendiendo que en este “nuevo ciclo” cada una de ellas debe ganarse el llamado de Emma Hayes, demostrándolo en la cancha con una combinación entre juveniles y veteranas con experiencia.
Este es un equipo que necesita reconstruirse desde nuevos sistemas de juego, hasta el traspaso de batuta entre jugadoras veteranas y juveniles, por eso este campeonato sin dudarlo fue un paso en esa dirección.
Y lo más importante es que la apertura de invita Conmebol al torneo dio la oportunidad de medirse ante selecciones que estarán en el ”mini mundial” de los Juegos Olímpicos este verano, París 2024.
La Copa Oro W fue un parteaguas para la selección estadounidense, donde de aprovecharse de este ímpetu del campeonato para llegar con la inspiración en lo juego olímpicos buscando superar el bronce de Tokio 2020.